Seis genios colombianos, claves en futuro de carrera de NASA y Agencia Espacial Europea
Foto: Archivo particular
Mauricio Hoyos, físico de la Universidad Pedagógica, hace experimentos en el mismo avión Airbus en el que hace un mes se llevó a cabo la primera intervención quirúrgica en estado de ingravidez. Trabaja en un proyecto para la Agencia Espacial Europea.Tres tienen que ver con naves espaciales: uno prueba los materiales con que se fabrican, otro las revisa antes de cada misión y uno más diseña sus trayectorias.
Otros dos, en cambio, se dedican a otras tareas: buscar planetas y experimentar con el comportamiento de la sangre en el espacio. Una mujer reponde por el primer viaje a Júpiter.
EL TIEMPO habló con ellos.
Dirige el primer viaje a Júpiter
En manos de la barranquillera Adriana Ocampo está la posibilidad de que por primera vez el hombre llegue con robots a Júpiter en el 2016. Y piensa contribuir en el 2020 a que un humano pise Marte.
Ella es una de las figuras más destacadas en la Nasa, donde trabaja desde hace un poco más de 30 años.
Ahora lo hace desde las oficinas centrales de la agencia espacial, en Washington (E.U.), y es responsable de las misiones a Júpiter y Venus.
Su padre, ex oficial de la Marina Naval de Colombia, y su madre, de origen argentino, la llevaron a los pocos meses de nacida al país del sur, donde hizo primaria.
A pesar de su marcado acento argentino se siente colombiana. Incluso, su familia vive en el país y ella conserva su pasaporte. "A todo el que me pregunta le digo que soy de allá", afirma.
Llegó a Estados Unidos desde Argentina con sus padres, quienes buscaban un mejor futuro en el país del norte.
Los planes de ella siempre fueron claros: cumplir la ilusión que tenía desde pequeña de estudiar el espacio.
Allí se especializó en geología planetaria e hizo parte del equipo que descubrió el impacto que causó la extinción de los dinosaurios 65 millones de años atrás, en estudios hechos en la península de Yucatán.
"Hay mucho talento en Colombia al que se le debe dar la oportunidad para que se desarrolle. Es importante que a la ciencia se le dé una categoría importante en el esquema gubernamental", dice.
Uno de sus planes es crear una agencia espacial para Latinoamérica.
El genio de Macaravita
Edbertho Leal Quirós no paraba de llorar a los 6 años porque no sabía qué átomos componían las piedras, en Macaravita (Santander), de donde es. A los 21 obtuvo la respuesta cuando estudiaba colisiones de átomos en la U. Nacional, mientras daba clases de física a alumnos mayores que él.
Estos son algunos de los recuerdos de este genio, de 54 años. Radicado en Puerto Rico, es director del Departamento Científico de la U. Politécnica, donde ensambló una máquina de plasma que produce una temperatura que puede ir desde los 2.000 grados centígrados hasta los 10 millones, como el Sol.
Por eso fue contratado por la Nasa para analizar materiales que puedan soportar el calor del Sol, así como ensayar el funcionamiento de elementos que van en las naves espaciales a altas temperaturas. En su planta se están probando los materiales de una nave espacial que partirá a Júpiter en el 2012 para luego de cinco años acercarse al Sol.
Tuvo como profesor a un Nobel de Física, Julián Schwinger. Para practicar su precario inglés, traducía las notas del docente al español. "En uno de los exámenes de Mecánica Cuántica me escribió como nota 'N1'. Yo no sabía qué era eso y le pregunté. Me felicitó porque fui el primero de la clase".
Estudia el comportamiento de la sangre en estado de ingravidez
Mauricio Hoyos trabaja en el mismo lugar de París donde hicieron sus investigaciones Pierre y Marie Curie -premio Nobel de física en 1903- y los ganadores del Nobel de física de 1991 y 1992.
Este bogotano de 48 años dirige en el laboratorio de la Escuela Superior de Física y Química Industrial, ubicado en el Centro Nacional de la Investigación Científica, un grupo que trabaja en mecánica de fluidos.
Hoyos ha realizado experimentos en el mismo avión Airbus en el que hace un mes tuvo lugar la primera intervención quirúrgica en estado de ingravidez. La ausencia de la gravedad le ha ayudado a avanzar en el desarrollo de una técnica de separación de células sanguíneas, con el fin de arrojar luces para comprender su comportamiento.
Es físico de la Universidad Pedagógica, de Bogotá, y es doctor en mecánica de fluidos, entre otros. También trabaja en un proyecto de la Agencia Espacial
Читать далее...